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Bruno, el reconocido canino que rescató al menos a nueve personas, entre ellas menores con discapacidad y adultos mayores con Alzheimer, fue hallado muerto de manera violenta en la base canina de Cinófila Endas, ubicada en el sur de Italia. Tenía solo siete años y era considerado un héroe nacional. Su prodigioso olfato y su formación como perro rescatista le permitieron participar activamente en operativos de emergencia, ganándose incluso una condecoración en vida por parte de la primera ministra Giorgia Meloni.

El crimen ocurrió tras la ingestión de un cebo contaminado con clavos y salchichas, lo que hace sospechar un acto intencional. Las autoridades italianas ya investigan los hechos mediante grabaciones de seguridad y testimonios recogidos en el sitio.

Una señal de advertencia encubierta

Arcangelo Caressa, guía de Bruno y director técnico nacional de rescate, afirmó que lo sucedido fue un atentado dirigido a él. Durante meses, denunció hechos ilegales como peleas clandestinas y tráfico de fauna, por lo que había recibido amenazas. “No fue contra un perro; fue contra quienes levantamos la voz”, aseguró, visiblemente afectado.

Pronunciamiento desde Colombia

El activista colombiano Deiby Martínez Cortés, quien lidera la ONG Protección Canina Mundial, se solidarizó con Caressa y condenó el hecho:

“Lo que hicieron con Bruno no es solo un acto atroz, es un mensaje mafioso dirigido a quienes defendemos a los animales con valentía. Pero no vamos a callar. Hoy más que nunca necesitamos unión, justicia y memoria. Bruno merece que su muerte sea un punto de inflexión”, señaló Martínez.

El activista insiste en que el asesinato del perro héroe no debe tratarse como un caso aislado, sino como una alerta para redoblar los esfuerzos contra las mafias que se lucran con el maltrato animal.

Iniciativas de Protección Canina Mundial

Ante los hechos, la ONG ha anunciado una serie de medidas:

  1. Emitir una alerta internacional que visibilice el caso y exija respuestas.
  2. Apoyar a Arcangelo Caressa y exigir garantías de seguridad para él y su equipo.
  3. Proponer la creación de un observatorio mundial para crímenes cometidos contra perros de servicio.
  4. Promover reformas legales que fortalezcan los derechos de estos animales y sus entrenadores.
  5. Consolidar una red jurídica y comunicativa internacional para apoyar a denunciantes de maltrato animal organizado.

Un clamor que atraviesa fronteras

La muerte de Bruno conmociona profundamente al movimiento animalista internacional. Su legado no solo se resume en vidas humanas salvadas, sino en un ejemplo de valentía y entrega. El caso desnuda una realidad alarmante: las redes criminales que operan en la sombra y que ahora, incluso, cobran la vida de animales símbolo de servicio y amor.

Gracias a líderes como Deiby Martínez Cortés y organizaciones como Protección Canina Mundial, se garantiza que Bruno no será olvidado. Más allá de la justicia, su historia exige acción internacional y una respuesta contundente.