
Tras la publicación de la entrevista en el diario La Nación, el video protagonizado por el activista animalista Deiby Martínez no solo se volvió viral: detonó un sentimiento colectivo de indignación, respaldo y despertar nacional. Lo que comenzó como una denuncia personal ante la falta de respuestas claras sobre la calidad de algunos alimentos para perros en Colombia, hoy se ha transformado en un movimiento ciudadano que crece a pasos agigantados.
Miles de mensajes han llegado desde todos los rincones del país. Familias, cuidadores, veterinarios, rescatistas y ciudadanos de a pie han compartido sus propias historias, sus sospechas, su dolor y, sobre todo, su gratitud. “Gracias por hablar por nosotros”, “Alguien tenía que decirlo”, “Mis perritos también enfermaron y nadie nos dio explicación”, son solo algunas de las voces que hoy acompañan esta causa.
Deiby Martínez ha agradecido públicamente a La Nación por abrirle un espacio a la verdad, y ha expresado que la viralidad del video no solo lo emociona, sino que lo compromete aún más con los animales de Colombia. “Este mensaje ya no es solo mío, es de todos. Es de quienes han visto sufrir a sus perros en silencio, sin saber por qué, sin que nadie los escuche”.
Pero esto no se ha quedado en el ámbito digital. Como van las cosas, muchos ciudadanos han comenzado a proponer una acción colectiva de gran escala, uniendo voces frente al ocultamiento de información y las respuestas evasivas de algunas empresas. Esta indignación ciudadana está escalando rápidamente hacia lo jurídico, y ya se habla de acciones de tutela masivas, derechos de petición conjuntos y exigencias colectivas ante entes de control.
Además, organizaciones internacionales de protección animal, defensores ambientales globales y medios extranjeros ya han establecido contacto con el activista, valorando su labor y su enfoque. Desde distintas latitudes han expresado su admiración por alguien que, sin ser abogado, ha logrado llevar a juicio público y legal a industrias poderosas, obteniendo fallos que marcan jurisprudencia en favor del bienestar animal y el derecho ciudadano a la información.
El nombre de Deiby Martínez ya circula en portales y redes internacionales, y su figura ha sido invitada a foros, cumbres y encuentros globales donde se discuten modelos de liderazgo ético, acción legal ciudadana y protección animal. Su caso comienza a ser estudiado como un ejemplo de cómo una sola voz —con evidencia, convicción y respaldo social— puede movilizar a un país entero.
“Hoy no lucho solo por un refugio o por un caso. Lucho por todos los perros del país. Por los que tienen familia, por los que viven en la calle, por los que están en refugios olvidados. Porque cada uno de ellos merece respeto, salud y verdad”, afirmó el activista.
La historia sigue creciendo. La bola de nieve ya está en movimiento. Y si las empresas no responden con transparencia y responsabilidad, será la ciudadanía entera quien responderá con dignidad y acción.